figura legendaria de la mitología griega, fue un héroe de la guerra de Troya y uno de los principales protagonistas de la Ilíada de Homero. Nació de la unión entre Peleo, rey de los mirmidones, y Tetis, una ninfa marina. Su origen divino le otorgó una fuerza y habilidades sobrehumanas, convirtiéndolo en un guerrero excepcional.
Temiendo por la vida de su hijo, ya que una profecía anunciaba su muerte temprana en batalla, Tetis sumergió al pequeño Aquiles en las aguas del río Estigia, haciéndolo invulnerable excepto por su talón, el único punto que no tocó el agua. Aquiles fue confiado al centauro Quirón, quien lo educó en las artes de la guerra, la caza y la medicina. Cuando Agamenón, líder de los aqueos, le arrebató a Aquiles su esclava Briseida, este enfurecido se retiró de la batalla, lo que provocó un desequilibrio en las fuerzas y la muerte de Patroclo, su amigo íntimo. Tras la muerte de Patroclo, Aquiles regresó a la lucha, movido por la ira y el dolor, para vengar a su amigo y enfrentar a Héctor, el príncipe troyano responsable de su muerte.
En un épico duelo, Aquiles finalmente derrotó y mató a Héctor. Sin embargo, su victoria fue efímera, ya que Paris, hermano de Héctor y arquero experto, guiado por Ares, dios de la guerra, hirió a Aquiles en su talón, su único punto vulnerable, causándole la muerte.
"La guerra es una tragedia que trae dolor y sufrimiento a todos. Desearía que no hubiera necesidad de batallas, pero debo defender lo que creo correcto."