Hades, una figura central en la mitología griega, es conocido como el dios del inframundo y el señor de los muertos. Su influencia abarcaba desde el reino de los vivos hasta el dominio de los muertos, desempeñando un papel crucial en el equilibrio y la estructura del cosmos según la cosmogonía griega. Después de que los dioses olímpicos derrocaron a los titanes en la Titanomaquia, Zeus, Poseidón y Hades se repartieron el universo, con Hades recibiendo el inframundo como su dominio. Su nombre proviene del griego antiguo "Haĩdēs", que significa "el invisible" o "el que no ve la luz", en referencia a su morada en las profundidades de la tierra.
Uno de los aspectos más notables de la personalidad de Hades es su naturaleza reservada y su distanciamiento del mundo de los dioses y los mortales. A menudo se le representa como un dios sombrío y serio, con una corona oscura y un manto que simboliza la oscuridad del inframundo. A diferencia de Zeus y Poseidón, cuyas actividades y atributos están más en sintonía con el mundo terrenal y celeste, respectivamente, Hades se identifica principalmente con el reino subterráneo y la vida después de la muerte.
Entre los mitos más conocidos asociados con Hades se encuentra el rapto de Perséfone, hija de Deméter, a quien llevó al inframundo para ser su esposa. Este mito explica la llegada de las estaciones, ya que cuando Perséfone está con Hades, Deméter, la diosa de la agricultura, se entristece y la tierra queda en invierno. Cuando Perséfone regresa a la superficie, Deméter se regocija y la primavera llega a la tierra.
A pesar de su imagen sombría y su asociación con la muerte, Hades no era visto como un ser malévolo en la mitología griega. Más bien, desempeñaba un papel crucial en el equilibrio cósmico y en el ciclo de la vida y la muerte. Su culto y reverencia eran menos visibles en comparación con otros dioses olímpicos, pero su presencia en el panteón griego era esencial para comprender la complejidad de las creencias y tradiciones de la antigua Grecia.
"En el inframundo, las palabras no son necesarias; las almas hablan a través de sus acciones y elecciones pasadas."