Hera, una de las deidades más prominentes en la mitología griega, la diosa del matrimonio y la reina de los dioses olímpicos en la mitología griega. Hera era una de las doce diosas olímpicas, perteneciente a la primera generación de dioses nacidos de los titanes Cronos y Rea. Estaba casada con su hermano Zeus y, como consecuencia, era considerada la reina de los dioses, su figura compleja estaba marcada por la celosa defensa de su posición como esposa de Zeus y reina del Olimpo, la convierte en una de las deidades más fascinantes del panteón griego.
Hera participó en varios mitos importantes de la mitología griega. Por ejemplo, participó de un complot para derrocar a Zeus de su trono olímpico, pero fue descubierta y castigada por el dios, que la colgó de los tirantes del palacio olímpico hasta que juró no volver a hacerlo. También participó de la Gigantomaquia, la guerra contra los Gigantes, junto a los demás dioses. Fue atacada en dos ocasiones pero se salvó con la ayuda de Zeus y Heracles.
Además, Hera intervino en una competencia junto con Atenea y Afrodita para determinar quién era la diosa más bella. El resultado de este concurso, que ganó Afrodita, tuvo como consecuencia el inicio de la Guerra de Troya, en la cual Hera tomó partido contra los troyanos.
En el palacio de los dioses en el Olimpo, Hera se sentaba en un trono de marfil con escalones de cristal que tenía en el respaldo hojas de sauce y una luna llena hechos de oro. Desde allí, presidía junto a su esposo la asamblea de los dioses. Hera y Zeus se habían casado en una ceremonia solemne realizada en el jardín de las Hespérides, unas ninfas que habitaban en los confines occidentales del mundo. Como regalo de casamiento, Gea había regalado a Hera unos árboles que producían manzanas de oro y que se cultivaban en ese jardín. En Grecia, se celebraban rituales conmemorando este casamiento divino en los que se vestía de novia una estatua de la diosa y se la paseaba por las ciudades.